¿Es la desconexión el final de una pareja? Puede parecer que sí, de hecho, algunas parejas al percibir la distancia no saben qué está pasando y piensan que simplemente es el fin del amor. Pero no lo es necesariamente, en realidad, una pareja puede conectar y desconectar infinitas veces a lo largo de la relación, es algo lógico y natural incluso en una relación sana.
La desconexión se siente con dolor, vemos como la persona a la que amamos se aleja, intentamos acercarnos y se aleja más aún. A veces mandamos las señales equivocadas o no sabemos qué actitud asumir ante determinadas situaciones, entonces tomamos posiciones que nos distancian. Es frecuente ver a un miembro de la pareja ansioso, pidiendo respuestas, mientras el otro se queda callado, bloqueado. Estas reacciones nos alejan y enmascaran emociones vulnerables, mucho más profundas de las que se muestran. Pero mostrar esta vulnerabilidad al otro no es nada fácil.
Algunas parejas tiran la toalla y prueban suerte conociendo a otras personas, sorprendiéndose cuando los mismos conflictos se repiten, casi por arte de magia, una y otra vez, con otras parejas. No es casualidad que sea así, porque todos tenemos una tendencia de acción y una forma de vincular con los demás aprendidas a lo largo de la vida, y en los momentos en los que sufrimos las sacamos a pasear, con independencia de a quien tengamos delante.
Los más valientes siguen con su relación en un continuo aprendizaje ensayo/error, se intentan adaptar al otro y, cuando algo va mal, prueban de diferentes formas poder calmar las cosas y reconectarse, a veces de una forma más acertada, otras menos, porque en algunos momentos solo dan palos de ciego. Y si consiguen llegar lejos cuando pasan los años son los que se toman con humor las discusiones porque saben que de una forma u otra lo van a solucionar, con una estrategia más o menos torpe siempre lo han conseguido.
También hay parejas que optan por pedir ayuda porque no quieren perder a la persona que aman y tampoco quieren pasar años sufriendo intentando adaptarse al otro. En terapia ayudamos en el proceso de reconexión de la pareja, identificando cuáles son esas emociones vulnerables, qué hay detrás de la ira o la frialdad que muestra el otro. Se aprende que el otro no es el enemigo y que juntos pueden ver su conflicto como algo externo contra lo que luchar.
Las parejas más sólidas son las que tienen la capacidad de responder emocionalmente a las necesidades del otro. Las relaciones no fracasan por el aumento de conflictos, fracasan porque disminuye el afecto y la disponibilidad. Uno de los primeros objetivos en terapia es ampliar la conciencia sobre estos esquemas emocionales reactivos que generan posiciones rígidas y estáticas, tratando de amplificar cuáles son las emociones vulnerables que subyacen, así como las necesidades de apego que se encuentran comprometidas.
Recorrer este proceso de la mano de un profesional que se involucre activamente, que acompañe y dé respuestas en lo momentos de sufrimiento puede hacer el camino mucho más fácil. Todavía existe mucho desconocimiento sobre cómo se trabaja en terapia de pareja, hay incluso quien la desprecia por desconocimiento, pero por suerte, cada vez existe más evidencia científica al respecto y también se empieza hablar con más naturalidad sobre ir a terapia de pareja.
Si tú también necesitas reconectar en tu relación están fácil como hacer “Click” y hablamos.
